Ya estoy en mi casa, Eli se ha ido a la suya que no esta muy lejos.
-¿Hola? -digo al entrar.
No obtengo respuesta alguna, supongo que mi padre llegará hoy tarde. En mi habitación, enciendo la luz y suelto mi maleta.
-Hola, Vincent. -oigo por detras mía.
Me giro rápido, y en mi cama, sentada y sonriente, está ella: Sheila. Del susto me caigo de espaldas y me golpeo en la cabeza.
-¡Vincent! ¿Estas bien? -dice sin perder la sonrisa.
-¿Quién eres? -grito. Estoy asustado, en mis sueños, en mi colegio y ahora en mi casa.
-Eso tu ya lo sabes, -responde. -Creo que es otra pregunta la que tienes que hacer.
-¿Qué quieres de mi? -Es la única pregunta con sentido que podia hacer.
-Quiero que vengas conmigo. - dice cerrando los ojos en señal amable.
-¿Adonde? -pregunto.
-Cierra los ojos. -me dice
-Responde antes a mi pregunta.
-Tu cierra los ojos, confia en mi. -dice de nuevo
Esta chica no parece estar aqui para hacerme daño.
Cierro los ojos y siento como ella me coje de la mano, una mano cálida y suave.
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